La Batllia es una encantadora masía histórica catalana (clasificada como Grado II) ubicada en Font-Rubi, cerca de Camprodon, con mucha historia y carácter. Esta propiedad ha sido renovada de una manera muy auténtica a lo largo de los años por sus actuales propietarios, que tienen experiencia en antigüedades y diseño de interiores. Sin duda, su esmerado cuidado por preservar la personalidad original de esta casa la ha convertido en una propiedad muy singular, fuera de lo común.
La casa de 5 dormitorios se asienta sobre una parcela de 64.000 m2 de bosques naturales, pastos e incluso un manantial, y tiene impresionantes vistas de las montañas y el valle. Disfruta de lo mejor de ambos mundos, la paz y tranquilidad de la vida rural en la montaña, pero se encuentra a tan solo 10 minutos en coche de Camprodon, un precioso pueblo medieval en los Pirineos con todos los servicios.
Partes de la propiedad datan del siglo XVII con adiciones posteriores, como la torre de 4 niveles que se construyó en el siglo XIX con sus vistas espectaculares. La casa principal tiene 5 dormitorios, 3 cuartos de baño, un amplio salón, comedor, cocina y otras estancias, y muy cerca hay un edificio separado que se ha convertido en una casa de invitados con una bonita zona ajardinada, vistas espectaculares desde las ventanas y un horno de pan original instalado dentro de la pared de piedra.
Como en la mayoría de las masías catalanas tradicionales, las vacas, ovejas y cerdos vivían en la planta baja y la familia arriba. En la planta baja de La Batllia todavía se pueden ver los comederos aunque quizás lo más sorprendente sea un arco gótico muy peculiar. Esta parte de la casa todavía tiene mucho potencial para la conversión.
Subiendo las escaleras, todas las habitaciones y dormitorios han conservado su estructura y elementos originales para reflejar su larga historia, como las vigas de madera a la vista, el suelo y las ventanas. Los actuales propietarios los han combinado con una decoración y mobiliario cuidadosamente seleccionados para combinar con el estilo rústico de la casa junto con su colección de obras de arte, antigüedades y objetos artesanales. Se ha conservado la chimenea original de la cocina que se remonta a épocas pasadas aunque se ha añadido una estufa y un horno más modernos. Pequeños detalles originales se han convertido en interesantes nichos extravagantes. Incluso se ha mantenido el inodoro original (¡aunque afortunadamente no está en uso!).
La Batllia se encuentra en un maravilloso entorno montañoso y el terreno que la rodea se ha mantenido lo más natural posible. Los pastos son pastoreados en primavera por caballos de montaña locales y los terrenos son alimentados por un manantial ubicado cerca.
Con todo, los propietarios actuales han abrazado las encantadoras imperfecciones de un edificio centenario y han convertido la antigua “Batllia” ancestral catalana en una casa maravillosa y acogedora, con nuevas incorporaciones mezclándose con la antigua de tal manera que se respeten los orígenes de la propiedad. y personalidad.
Cerca de la propiedad hay una piscina municipal a la que tienen acceso los propietarios de la finca en los calurosos meses de verano.